A raíz de una larga huelga de hambre, para algunos de más de dos meses, los prisioneros políticos palestinos lograron a mitad de mayo un acuerdo que estipula particularmente el fin del aislamiento, la limitación de las detenciones administrativas y la mejora del derecho de visitas familiares. Pero el sistema carcelario israelí continúa siendo un isntrumento fundamental para el control de los territorios ocupados y de su población.
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