Ha quedado ya cristalizada, en el imaginario colectivo, la espeluznante imagen del ministro De Guindos, en posición semi inclinada, ofreciendo su "reforma laboral extremadamente agresiva" en el altar de los mercados, a modo de pavoroso sacrificio. En ese altar han comenzado a sangrar miles de despidos. Ahora que ya no resulta necesaria la autorización de la Administración ni el acuerdo con los sindicatos, sólo en el primer trimestre del año 2012, los trabajadores afectados por expedientes de regulación (ERE) no pactados han pasado de 6.958 a 16.755 personas, arrojando, respecto del mismo periodo del año anterior, un incremento del 140,8%...
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