La división en el seno de la UE se profundiza de cara a la cumbre europea de esta semana, con dos bandos cada vez más diferenciados. De un lado, los países que aún no han perdido la ya famosa calificación "Triple A", lderados por Alemania. De otro, españa y Portugal junto a los dos estados que pueden verse arrastrados por la situación de nuestro país, Italia y Francia. El "casus belli" ha sido el supervisor bancario europeo, un proyecto que debería estar operativo en enero, según lo acordado, pero que está siendo boicoteado por el gobierno de Angela Merkel y sus dos grandes aliados, Holanda y Finlandia. Sin embargo, el conflicto de
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