Los resultados del tratamiento de la artritis reumatoidea siguen siendo insatisfactorios, pese a existir fármacos alopáticos de suficiente eficacia para el tratamiento de los episodios agudos, como cortisona, metotrexato, preparados de oro, azulfidina y/o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). No obstante, en muchos casos el tratamiento a largo plazo con estos medicamentos no produce mejoría alguna de la sintomatología, especialmente de los dolores; más bien, se caracterizan por sus numerosos efectos adversos.
En este sentido, los representantes más recientes, clasificados como inhibido res selectivos de la ciclooxigenasa-2 (COX-2), no parecen ser una excepción, pues a dosis altas pierden su selectividad. Además, también se inhíbe la ciclooxigenasa-I (COX-I), que es necesaria para la protección del estómago y del intestino delgado. Por consiguiente, se requieren métodos alternativos con un perfil aceptable o inexistente de reacciones adversas, máxime cuando los AINEs pierden su eficacia analgésica en tratamientos a largo plazo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados