En los dos primeros discursos de su segundo mandato, el presidente Obama ha sentado las bases de un programa económico y social progresista, criticando la política como espectáculo de los republicanos.
Qué regalo de Nuevo Año nos ha ofrecido el presidente Obama! Una transformación personal tan pronunciada como inesperada. En el discurso de inauguración de su segundo mandato parece haberse despojado de las inhibiciones bipartidistas de sus primeros cuatro años. Es como si hubiera estado cohibido tanto por su inexperiencia ejecutiva como por su deseo de no ofender de modo innecesario a la oposición republicana en aras de soluciones bipartidistas.
Ahora con la confianza que ha adquirido en el desempeño de su posición, y con la amarga experiencia que le han deparado los republicanos, se ha destapado con lo que parece una verdadera saña.
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