En las últimas semanas las predicciones de un inminente colapso bursátil mundial proliferan en Internet como bacterias en la oscuridad. ¿Se debe todo ello a la naturaleza de un medio que otorga una audiencia global a aficionados poco fiables y fácilmente impresionables? ¿O es cierto que se acerca el lobo?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados