Encarnación López de Arenosa Díaz
Este artículo se centra en tres puntos: (1) Se ha entendido erróneamente que aprender música es conocer unos signos gráficos cuya significación tarda en hacerse patente en el conocimiento del aprendiz. Signos que no representan más que su propia forma. Algo similar a conocer y denominar las letras del alfabeto de un idioma que no se entiende. Propone la escritura como herramienta al servicio de un lenguaje aprendido por el uso. (2) Se propone la utilización del lenguaje que el aprendiz acumula de forma inconsciente por aculturación. Protagonista el oído. (3) Se fomenta y estimula la observación y expresión de lo escuchado como base para la conceptualización y el aprendizaje significativo; la adquisición de competencias reales en este campo.
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