Gloria Rojo Mota, Eduardo José Pedrero Pérez, José María Ruiz Sánchez de León, Carmen Puerta García, Marcos Llanero Luque
Introducción. La detección de alteraciones neurocognitivas en adictos permitiría la asignación de los sujetos con deterioro funcional a programas de rehabilitación cognitiva. La evaluación cognitiva de Montreal (MoCA) es una prueba de cribado que puede ser útil en este tipo de pacientes. Objetivo. Utilizar la MoCA con una muestra de sujetos con adicciones en tratamiento y comparar los resultados obtenidos con los baremos propuestos para población general, deterioro cognitivo leve y demencias tempranas, así como la validez concurrente con pruebas de ejecución global y su relación con variables sociodemográficas y relativas a la adicción. Pacientes y métodos. Se administraron la MoCA y la prueba de cribado de los niveles cognitivos de Allen-5 (ACLS-5) a una muestra de 79 pacientes con adicción que iniciaban tratamiento en un centro específico. Resultados. Sólo un 29,1% de los participantes presentó un rendimiento normal comparado con los baremos propuestos por los autores. El resto se situó en puntuaciones por debajo del punto de corte, mostrando muchos de ellos un rendimiento alarmantemente bajo, incluso comparado con los baremos para deterioro cognitivo leve y demencias tempranas. La MoCA mostró validez concurrente con la ACLS-5 y correlación con el nivel académico, pero no con variables relativas a la adicción. Conclusiones. La MoCA es una prueba rápida, sencilla de administrar y corregir, que permite detectar a los sujetos con un rendimiento cognitivo bajo mínimos que requieren intervenciones neuropsicológicas y ocupacionales para la rehabilitación cognitiva, que incremente la adhesión al tratamiento y el aprovechamiento de otras intervenciones con importantes demandas cognitivas, como la psicoterapia de prevención de recaídas.
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