La definición de prurito como una sensación desagradable que provoca el deseo de rascar fue introducido por el médico alemán Samuel Hafenreffer en 1660 (1). Aunque ya había sido descrito por Hipócrates de Cos en el 400 a.C. el prurito vulvar, el prurito senil y el prúrigo nodular (1).
Puede definirse como una sensación poco localizada, incomoda, habitualmente desagradable que despierta el deseo de rascar (2). La finalidad biológica del prurito es producir el rascado para eliminar un agente pruritógeno, respuesta que probablemente se originó cuando la mayoria de los agentes pruritógenos eran parásitos.
El prurito es el síntoma dermatológico mas frecuente, puede tener su origen en un trastorno cutáneo primario, pero tembién puede ser síntoma de una enfermedad sistémica subyacente en aproximadamente el 10-50% de los pacientes (1)
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