Desmenuza el autor los antecedentes que explican el tono de la campaña y los resultados electorales. Entre los antecedentes destaca tres: la crisis económica, la evolución del Partido Liberación Nacional y el influjo de los Estados Unidos en la contención de la crisis. Efectivamente, dentro del clima de estabilidad política que caracteriza la moderna democracia costarricense, las conquistas reformistas del Partido Liberación Nacional, keynesiano en economía, debieron evolucionar hacia el neoliberalismo por motivo de la crisis económica. Los Estados Unidos apoyaron este cambio y el gobierno saliente pudo ufanarse de haber contenido la crisis. La campaña se inscribió en este contexto y por ello se redujo a un debate que no afrontó los problemas fundamentales, privilegió el marketing político y, desde el Partido Liberación, capitalizó el afán de paz y el repudio de la guerra como solución al Conflicto Regional por parte de una mayoría de costarricenses. Señala el autor el influjo de los sondeos en la elaboración de los discursos políticos, el clima de beligerancia ideológica en torno al conflicto del Itsmo, clima atizado por la versión unilateral de los grandes medios y pone en perspectiva el futuro de la democracia en Costa Rica, constreñida a un modelo formal por la crisis económica y el conflicto de la Región.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados