Este artículo explora la circunstancia de que el docente de educación plástica en enseñanzas medias sea al mismo tiempo un artista plástico, implicado de forma activa en el proceso creativo y para quien el arte es algo más que una asignatura. Se subraya el punto de inflexión y la carga de sentido que supone para la didáctica la visita al museo o a una exposición como actividad extraescolar, y se aportan sugerencias de acuerdo a la Hoja de Ruta para la Educación Artística dada por la Unesco.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados