Resumen de Tuberculosis epidemiológica. Epidemiología.
M. C. Gil, J.M. Anton Belvis, Juan Manuel Alonso Rodríguez
La tuberculosis bovina por M. Bovis, una de las enfermedades más importantes del ganado vacuno, ha estado presente desde los tiempos más remotos de su domesticación. Es una enfermedad que actualmente aguarda una estrecha relación con el desarrollo intensivo de la zootecnia industrial. M. Bovis es un germen fácilmente destruido por la luz solar directa, pero en ambientes templados, húmedos sombreados puede permanecer viable bastante tiempo. El hospedador más susceptible a la infección es el ganado vacuno, aunque no presenta específicidad de hospedador. Los animales salvajes constitiyen un importante reservorio de la infección. Así en ciertas áreas de Gran Bretaña, son los únicos responsables del mantenimiento de la infección en el ganado. En los animales de mayor edad, al estar expuestos a contagios más frecuentes y persistentes, la frecuencia de la enfermedad aumenta. Lo mismo ocurre en el ganado lechero, ya que su período productivo es mayor al del ganado de carne. El hacinamiento, las malas condiciones higiénicas del alojamiento, la subalimentación, enfermedades concurrentes y una respuesta inmune deprimida, favorecen el desarrollo de la enfermedad. La vía más frecuente de contagio es la aerógena, al ser inhalados los bacilos que se eliminan con el aire espirado y secreciones respiratorias. Por eso la estabulación, que implica un mayor contacto directo entre los animales, favorece la transmisión. En segundo lugar está el contagio vía alimentaria, a partir de heces. La vía más frecuente en el hombre depende de los hábitos alimentarios y de la ocupación profesional. Es una enfermedad de distribución mundial, aunque algunos países han reducido considerablemente la tasa de infección. En ganado lechero ha disminuido gracias a las campañas de saneamiento ganadero, el ganado de carne representa un importante reservorio del germen. La enorme importancia económica de la enfermedad se deduce de los gastos implicados en las campañas de erradicación y control, atención veterinaria, así como las pérdidas debidas a la disminución de las producciones, decomisos, bajas, etc.
