Al observar los cuadros de M. Millares surgen, entrelazadas, emociones contradictorias. Son la prueba intangible de sentimientos latentes que nos hacen partícipes de su gran descubrimiento: no hay amor sin dolor ni arte sin compromiso; el compromiso que, en su caso, se adquiere con el propio conocimiento.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados