Después de ganar los premios más notables en el Festival de Málaga del 2010 (Biznaga de oro a la mejor película, Mejor fotografía y Mejor actor de reparto), Rabia llega a nuestras pantallas retratando la angustiosa historia de amor de dos inmigrantes separados por algo más que la distancia en el espacio. Con este tercer largometraje, Sebastián Cordero se erige como uno de los más importantes directores del panorama iberoamericano, firmando una película de autor que analiza la condición del ser humano hasta sus últimas consecuencias. La atmósfera creada por el director de fotografía atrapa a sus personajes en una jaula de difícil salida, en la que la luz no parece intuirse al final del túnel. Los ojos del protagonista nos muestran las mentiras y los secretos que se coultan detrás de las paredes, sus oídos nos permiten escuchar que no deberíamos oír. Así es Rabía, una película donde las miradas de los personajes se convierten en los ojos del público. Enrique Chediak, director de fotografía, y Sebastián Cordero, director de la película, hablan con Cameraman para que el espectador pueda escapar de este asfixiante laberinto de sentimientos y pasiones.
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