Había una morbosa expectación por comprobar el impacto de la crisis en el número de stands presentes en la feria. Cierto es que los laterales del pabellón 9 de Ifema estaban desiertos, pero ello contribuyó, paradójicamente, a que los asistentes se concentraran más y la feria tuvier buen ambiente durante los cuatro días. En cuanto a la presencia de fabricantes, echamos de menos a muchos de los grandes, pero su ausencia fue relativa, pues en muchos casos el productos se podía ver en los stands de los distribuidores. De reseñar, como ya se apreció en NAB e IBC, el incremento en la exhibición de equipos de rodaje 3D e iluminación con leds.
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