José Rogelio Pérez Padilla, Raúl H. Sansores Martínez
El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias nació en 1936 con el nombre de Sanatorio para enfermos tuberculosos de Huipulco, después de años de construcción intermitente y de décadas de retraso en la incorporación al movimiento internacional de sanatorios. La tuberculosis, la peste blanca, azotaba a México como a la mayoría de los países, y se requería un lugar apropiado y personal con vocación para cuidarlos. Su fundador, el Dr. Donato G. Alarcón Martínez, sentó las bases de los cuidados respiratorios en México, ya que además de Huipulco, fue el primer presidente del Comité Nacional de Lucha contra la Tuberculosis, pionera organización no gubernamental recolectora de fondos con los timbres antituberculosos. El Dr. Alarcón fue también el primer presidente de la Sociedad Mexicana de Tuberculosis, ahora de Neumología y Cirugía de Tórax y el primer editor de su revista todavía en circulación. Acorde a la tendencia mundial con la reducción en la hospitalización de tuberculosos y la mayor frecuencia de otras enfermedades respiratorias en 1969 cambió de nombre a Hospital para Enfermedades Pulmonares de Huipulco. Con la necesidad de desarrollar investigación sistemática además de atención y enseñanza, presentes desde su fundación, se creó en 1975 el Instituto Nacional de Enfermedades Pulmonares y en 1982 adquirió su estatus actual y el nombre de Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
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