Como quien ve alargase al sol en julio la sombra del que fuera su mundo, Gabriel Albiac, cuyos deseos también se fundaron "bajo especies de eternidad", reflexiona sobre el final de un tiempo histórico que se iniciara con Platón y que 2500 años después parece ya zanjado. Viene de revisitar y fijar la edición definitiva de su gran obra académica: "La sinagoga vacía".
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados