La actuación de la policía, en tres momentos claves, como son el antes, durante y después del alzamiento de 1936, estuvo determinada por las circunstancias locales y por la afección de la mayoría de sus mienbros tanto a la legalidad republicana como a favor de los sublevados.
Este comportamiento colectivo determinó ese primer momento que supuso la depuración y el cese de policías.
En algunas ciudades su actuación decidió el curso de los acontecimientos y, en otras, se situaron al lado de la corriente mayoritaria, adscribiéndose con naturalidad y prestando servicios a los vencedores, bien fueran republicanos o insurrectos.
La mayoría de los policías trabajaron con profesionalidad e imparcialidad a favor del Gobierno, mientras que otro grupo se puso con decisión al lado d elos sublevados, en consonancia, unos y otros con su ideología política.
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