Las denuncias médicas colapsan la sanidad, y aunque la mayoría obtienen sentencias absolutorias, producen daños irreparables en el honor y en la fama profesional, siendo condenados públicamente previamente en los periódicos y en otros medios a pesar de ser inocentes. Se presentan tres casos de denuncias; existen en nuestro Servicio más, que se comentan y se solicita que las instituciones médicas, nuestras relevantes personalidades médicas y todos nosotros consigamos que no se nos trate como delincuentes por ejercer la profesión, así como que las investigaciones previas a cualquier procedimiento sean realizadas por tribunales médicos y no por jueces que carecen de la formación necesaria, siendo estos en el caso de error o negligencia los que impongan las sanciones correspondientes según la vigente legislación.
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