Itziar Pocheville Guruceta, P. Angulo Barrena, A. Ortiz Andrés, B. Fernández Fernández, Miguel Angel Vázquez Ronco, C. Garea Ibáñez, J.L. Corral Carranceja, José María Quintana López, C. Gutiérrez Villamayor
La prevalencia de infección fue baja en los primeros años de vida. Tan solo el 3, 3 % de los niños de 1 año tenían anticuerpos frente a M. Pneumoniae. A partir de los 5 años se produjo un aumento significativo en las tasas de anticuerpos. La prevalencia más alta se objetivó entre los 8 y 12 años, con cifras entre 58, 5 % y 63, 3 %. La incidencia de infección fue baja entre los niños ingresados. La entidad clínica mas frecuente fue la neumonía. La sintomatología resultó ser predominantemente subaguda. Las criohemaglutininas constituyeron el dato analítico de mayor valor predictivo para el diagnóstico etiológico. Han de tenerse en cuenta la edad y la forma de presentación de los procesos respiratorios agudos, a la hora de establecer un tratamiento empírico con macrólidos en la edad pediátrica.
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