La defensa de la democracia a nivel global es tarea que debe adelantarse con firmeza y, en concreto, mediante un compromiso de las grandes potencias con "una política mundial de la democracia", es decir, con un combate frontal del totalitarismo que es necesario ejecutar -en opinión de Revel- aun a despecho del principio de no intervención.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados