En estos días, coincidiendo con el primer año del Gobierno Rajoy y el 14 aniversario de la implantación del euro, se cierra uno de los ejercicios económicos más duros y peligrosos, tanto para España como para Europa. Unos meses en los que ambas han estado al borde del desastre. Sin embargo, el reciente acuerdo logrado en el Consejop Europeo para crear el futuro supervisor bancario único, y el paso adelante decisivo que supone en la construcción europea, ha dado un giro al tono pesimista imperante. Un respiro que significa, para España, ver alejarse por el momento el fantasma del rescate, y para Europa, afianzar un euro hasta ahora tambaleante. La consigna del Ejecutivo, con De Guindos a la cabneza, es que ya se puede hablar, con extrema prudencia, de recuperación en 2013.
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