El "comandante Barroso" vuelve a la alcaldia de Puerto Real como un niño con zapatos nuevos. Aún no ha ocupado el sillón municipal y ya tiene una fila de vecinos esperando que los atienda. El batacazo electoral de IU, con la que concurrió a las hurnas, no ha sido obstáculo para su victoria. Atrás quedaron los años duros del "pacto a la puertorrealeña", como él llama al acuerdo que alcanzaron durante la pasada legislatura todas las fuerzas políticas para quitarle la vara de alcalde.
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