Un terrorismo indiscriminado - casi comparable con el de Argelia - se ha adueñado de Rusia. Su rostro es difuso. El estado ruso insiste en la "pista chechena", a partir de la guerra de Daguestán, pero muchos consideran que los más de 300 muertos son la consecuencia de una campaña letal del propio Kremlin para implantar el estado de excepción, anular las próximas elecciones y mantener a la "familia" en la cúpula del poder.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados