Es difícil hasta para algunos de los mayores conocedores del sector de automoción, los estrategas especializados y los más experimentados hombres de cuentas, saber en qué dirección apuntar en un momento en el que las ventas se derrumban y la industria del automóvil vive una de sus mayores crisis a escala mundial de las últimas décadas. Ser o no ecológico, vender racionalidad o sentimientos, cuidar al máximo la imagen de marca en un enfoque a largo plazo o averiguar las características de un comprador diferente estimulado por nuevos inputs e impactarlo... Esta encuesta, de la que en este número publicamos una primera parte, ha rebuscado entre los planteamientos de los profesionales de agencia que viven el día a día de la comunicación de automóviles persiguiendo alguna luz para discernir si verdaderamente la publicidad puede cambiar, aunque sea en una pequeña medida, el estado de las cosas
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