Introducción y objetivos La tomografía computarizada presenta dificultades para determinar qué lesiones coronarias condicionan repercusión en el miocardio, y es necesario realizar pruebas de inducción de isquemia. El objetivo del estudio es analizar la seguridad diagnóstica de la tomografía computarizada de doble fuente para valorar perfusión y viabilidad miocárdica en sospecha de cardiopatía isquémica, en comparación con la resonancia magnética.
Métodos Estudio prospectivo de 56 pacientes consecutivos, 39 varones (69,6%), de 23-81 (media, 63 ± 10) años de edad. Se realizó tomografía computarizada (con el protocolo: 1, perfusión de estrés con adenosina; 2, coronariografía y 3, realce tardío) y resonancia magnética con perfusión de estrés y realce tardío en menos de 30 días. Dos observadores en consenso analizaron la perfusión y el realce tardío.
Resultados Se analizaron 952 segmentos miocárdicos y 168 territorios vasculares. En un análisis por segmentos, sensibilidad, especificidad, valores predictivos positivo y negativo de la tomografía en comparación con la resonancia para detectar defectos de perfusión fueron del 76, el 99, el 89 y el 98%, y para realce tardío, el 64, el 99, el 82 y el 99%. Por territorios vasculares, el 78, el 97, el 86 y el 95% (defectos de perfusión) y el 72, el 99, el 93 y el 97% (realce tardío). La dosis media de radiación fue 8,2 ± 2 mSv.
Conclusiones La tomografía computarizada de doble fuente permite analizar defectos de perfusión y viabilidad miocárdica de manera precisa y valorar conjuntamente la anatomía coronaria.
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