La hidroergotamina a pequeñas dosis ejerce un efecto vasodilatador selectivo sobre la arteria central de la retina. Su cómoda administración y la escasez de efectos colaterales hacen aconsejable su empleo en los síndromes vasculares oclusivos, en los cuales el angiospasmo es el elemento dominante. Las oclusiones de naturaleza orgánica responden mucho peor al tratamiento, y cuando existe un componente inflamatorio importante, su empleo puede ser contraproducente. Oportunamente empleado, el Efortil potencializa los efectos vasodilatadores retinianos de la dihidroergotamina. Palabras clave: Artículo
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