El autor, después de hacer un resumen histórico y farmacológico de la Blastoestimulina (o Madecassol de los franceses), cita un buen número de casos, algunos de ellos bien demostrativos de la propiedad que tiene esta droga en precipitar la cicatrización de las heridas. En este trabajo se expone las distintas vías empleadas, ya sea tópica o local mediante pomada, o bien por vía parental, de 20-25 miligramos en inyección intramuscular, o subcutánea profunda, tres veces por semana. Los pacientes que han sido sometidos a este tratamiento, son agrupados de la siguiente forma: 1) ulceraciones corneales y 2) heridas post-operatorias. En las heridas quirúrgicas el autor hace referencia, a la intervención de catarata muy especialmente. Palabra clave: Artículo.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados