De las aportaciones mencionadas, venimos en deducción de que el humor acuoso no se renueva de un modo continuo, sino intermitente y en los instantes en que hacen su aparición las momentáneas elevaciones de la presión sanguínea en los capilares del ojo, y consecutivamente se eleva la presión intraocular, no siendo el glaucoma esencial o primitivo otra cosa que la exageración en la duración o en la intensidad de dicho fenómeno fisiológico, o sea, un aumento en la producción de líquidos intraoculares, aunque después se vayan agregando trastornos de retención funcional e incluso lesiones orgánicas secundarias, como venimos defendiendo, insistentemente, en publicaciones anteriores. Y con respecto a su trascendencia al tratamiento, se viene igualmente en deducción de que los miopes actúan disminuyendo la producción y facilitando la eliminación del humor acuoso, y algo parecido se puede decir de las operaciones antiglaucomatosas. Palabra clave: Artículo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados