Desde los tiempos en que la perforación y el leucoma opaco y consistente eran la regla, hasta hoy, se han hecho magnificos progresos: primero con la extirpación del saco lagrimal y la optoquina, después con las sulfamidas y más recientemente con los antibióticos. La aureomicina y la penicilina permiten la curación en cuatro-ocho días, con leve cicatriz, que, aclarada luego con cortisona, no constituye incapacidad. XXXII Congreso de la Sociedad Oftalmólogica Hispano-Americana. Tercera Sesión Científica. Miércoles, día 13, a las 17. Presidencia Dr. Moura Brazil.
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