Luego de estudiar la influencia de la administración de promanida sobre la evolución de las manifestaciones oculares de la lepra, el autor se considera autorizado a formular las siguientes conclusiones: 1. ª Que la promanida es capaz de evitar la aparición de los brotes de la llamada reacción leprótica ocular en pacientes que de otro modo necesariamente los habían presentado. 2. ª Que, en cambio, el tratamiento puede determinar la aparición de iritis agudas, fugaces, benignas. 3. ª Que el nuevo agente terapéutico, en las dosis por él utilizadas, es incapaz de refrenar la evolución de las lesiones oculares de marcha lenta y progresiva. Trabajo efectuado en el Dispensario Dermatológico de Córdoba (Patronato de Leprosos de la República Argentina), que dirige el Dr. Luis Argüello Pitt, y presentando al IV Congreso Argentino de Oftalmología, celebrado en Mar de Plata en diciembre de 1948.
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