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Complicaciones oculares en el palaudismo

  • Autores: Pedro Rabadán Fernández
  • Localización: Archivos de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana, ISSN 0365-7051, Vol. 8, Nº. 5 (MAY), 1948, págs. 546-546
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • Con objeto de exponer 63 historias de sujetos P., que presentaban alteraciones oculares de esta evidente etiología, de los cuales 60 eran combatientes inoculados durante su permanencia en el frente, situado al So. De la provincia de Ciudad Real, el autor hace un estudio crítico de los conocimientos actuales relativos al influjo que sobre el aparato ocular ejercen, no sólo la infección en sí, sino también las sustancias utilizadas para combatirla, llegando a las siguientes conclusiones: La infección P. Puede ser causa de que, tanto el globo, en cualquiera de los tejidos que le integran, como sus anejos, presenten disturbios más o menos complejos, cuya localización permite suponer sobre los mismos, según sea la característica clínica que ésta adquiriera; así, pues, las complicaciones de córnea e iris, son propias de las formas agudas, en tanto que las observadas en retina o coroides, son propias de los estados caquécticos. Se conceptúan alteraciones típicas del P. La queratitis herpética dendrítica, debida a neuritis dl V par (140 casos de Chavernac y 45 casos de Kipp)-Dedimos-; la queratitis profunda en la caquexia, la neuralgia del oftálmico con dolor retoocular y, según Dedimos, las manifestaciones ligeras por parte de la papila y del nervio óptico, con filete perivascular y enturbamiento ligero en la misma parte del fondo del ojo, así como también la visión coloreada y las fotopsias durante los acceso febriles constituyen signos casi patognomónicos. La afección del cuerpo ciliar, así como la presencia de sangre en el vítreo, representan para el autor las complicaciones más graves y frecuentes, en partivular esta última, toda vez que, a pesar de un tratamiento bien orientado, persiste manifiesta disminución de la agudeza visual. Las circunstancias que predominaban en sus casos le permiten atribuir esta frecuencia a evidente déficit nutritivo. La coroiditis no deja como secuela lesiones tróficas, y, conforme a la opinión de otros autores, tanto esta lesión como las restantes del tracto uveal y las neuritis, tienen cierta similitud con las observadas en la lúes. La desigualdad pupilar, citada por Dedimos, así como las neuromilelitis óptica aguda, son disturbios tan llenos de interés, que merecen una profusa difusión para sucesivas observaciones clínicas. Sexta Sesión Científica. Día 30, viernes, a las 17. Presidencia: Dr. Marín Amat


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