1. ª La O.S. No es una enfermedad tan rara como para decir, como han afirmado algunos, de que muchos que hablan de ella lo hacen sólo de oidas, por no haberla visto nunca, y aunque, afortunadamente, es poco corriente, aún debiera serlo menos, si en su tiempo se pusieran los medios para evitarla, enucleando el ojo afectado de infección de tipo simpatizante, casi siempre perdido totalmente o de tan poco valor que su conservación no compensa el peligro a que se expone el otro ojo. 2. ª Entre las variadas medicaciones de la O.S., daremos preferencia, además de la enucleación del ojo simpatizante, si es que está perdido o casi perdido, al salicilato de sosa o sus afines (atophanyl, cilotropina), en dosis elevadas de tres a seis gramos en inyecciones intravenosas, y, si su efecto no fuese suficiente, podrían asociarse a los mercuriales, arsenicales, proteínas, sulfamidas, etc. 3. ª La medicación salicílica tiene también especial indicación en las escleritis, iridociclitis, uveitis de diversas etiologías, exceptuándose las luéticas. 4. ª El proponer la enucleación de un ojo afecto de oftalmía simpatizante por herida accidental, aunque siempre desagradable, lo es mucho más cuando se trata de un caso de catarata operado por nosotros; no obstante, debe hacerse, pensando que con ello podemos evitar un mal infinitamente mayor, al que estamos expuestos si, por indecisión, falta de valor o ignorancia, se demora más esa medida extrema. Septima Sesión Científica. Día 1 de Mayo, sábado, a las 10. Presidencia: Prof. Soria
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