Los economistas experimentales han demostrado que algunos humanos cooperan con base en preferencias sociales, pero el modelo de agente racional conocido como Hamo oeconomicus no incluye preferencias sociales como causas de la conducta cooperativa. ¿Qué implica su existencia para el egoísmo racional defendido en los modelos microeconómicos dominantes y en la teoría de juegos? Se describen tres posibles respuestas: 1) preferencias sociales como mecanismos redundantes de reserva; 2) preferencias sociales para remediar la racionalidad imperfecta y 3) preferencias sociales como motor primario de la cooperación, porque el egoísmo racional no recomienda cooperar en dilemas de prisionero iterado con información imperfecta. Defiendo la tercera opción: agentes que carecen de preferencias sociales ven el engaño y la coerción como opciones racionales.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados