El concepto de "clases medias" ha tenido éxito y ha servido para maquillar la realidad subyacente: la existencia de unas clases sociales con posibilidades muy distintas. En España, durante el período comprendido entre 1980 y 2007 se redujeron notablemente las distancias entre clases sociales debido a una mejora en la redistribución del crecimiento económico, así como a los beneficios del estado del Bienestar. Pero hay que distinguir entre clase trabajadora, formada aproximadamente por el 60% de la población y clases medias, en torno al 40%. Durante los tiempos de bonanza económica estos dos grupos parecían confundirse, pero la llegada de la crisis económica ha vuelto a poner de relieve las diferencias de clase.
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