Cuando imaginamos los conventos del siglo XVI, pensamos que sólo fueron el lugar donde habitaron religiosos bajo las reglas que dicta la Iglesia católica y el instituto u orden a los que pertenecían, pero estos recintos fueron también sitios de aprendizaje y enseñanza, donde los indígenas considerados hijos de Dios y sujetos redimidos eran el campo en que se cultivaría la fe y el conocimiento de Cristo Jesús, acción que implicaría un largo proceso redentor que la Iglesia emprendió en la Nueva España.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados