Se plantea en el artículo la importancia que tiene la conservación de las carreteras, más aún si cabe en tiempos de recesión económica. Como consecuencia de los ajustes presupuestarios, los fondos para la conservación se restringen, pero se destaca que no se trata sólo de disponer de fondos suficientes. Es preciso contar con otros elementos igual de importantes o incluso más: una política explícita de conservación, una estructura adecuada en las administraciones titulares de las redes viarias, medios materiales y, sobre todo, medios humanos competentes y experimentados, y una tecnología adaptada a las necesidades. En relación con este último aspecto, se subraya la importancia que tienen las técnicas de actuación preventiva.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados