La cirugía mucogingival es un procedimiento quirúrgico periodontal diseñado para corregir defectos en la morfología, posición y tamaño de la encía, y para eliminar los frenillos o inserciones aberrantes. La combinación de la presencia de inflamación o de recesión gingival en zonas con ausencia o poca encía adherida es signo de problema mucogingival. Miller definió los defectos mucogingivales según su magnitud y gravedad clasificándolos en cuatro categorías: en la primera, no sobrepasa la línea MG y las papilas y el hueso interproximal permanecen intactos; en la segunda, sobrepasa la línea MG y las papilas y el hueso interproximal permanecen intactos; en la tercera, hay pérdida de papilas y de hueso interproximal coronal a la recesión; en la cuarta, hay pérdida de papilas y de hueso interproximal igual o apical a la recesión. Esta clasificación tiene ciertas limitaciones, ya que no observa la posición del diente respecto al hueso alveolar, las dimensiones de la recesión en sentido horizontal o la profundidad del vestíbulo. Las indicaciones para el tratamiento de los problemas mucogingivales mediante las técnicas de injertos son la incomodidad al cepillado o a la masticación, previos a tratamientos ortodóncicos, a tratamientos restauradores, recesiones progresivas y estética. Existen diversas técnicas quirúrgicas para el recubrimiento radicular: injertos pediculados (colgajos rotados y avanzados), injertos gingivales (sumergidos y no sumergidos) y tratamientos aditivos. La indicación principal para el uso de la técnica del injerto gingival libre es la ganancia de encía adherida; por otra parte, es el tratamiento de elección frente al injerto de tejido conectivo en los casos en que exista poca profundidad de vestíbulo y/o presencia de frenillos y previo a la realización de restauraciones con márgenes subgingivales.
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