La colocación de implantes en los maxilares y su posterior integración es un hecho ampliamente documentado en la literatura científica1, 2. En el tratamiento del sector anterior del maxilar se asume la osteointegración, y el objetivo, en estos casos, no es sólo funcional, sino también estético, independientemente de la cantidad ósea presente y del estado de los tejidos blandos. El principal obstáculo para la consecución de este objetivo es la ausencia de suficiente hueso alveolar. Una cresta reabsorbida dificultará o incluso impedirá la colocación del implante en posición óptima. La regeneración ósea guiada es el método de osteopromoción con más soporte científico en la literatura. La regeneración ósea previa a la colocación de implantes con la utilización de injertos óseos monocorticales provenientes del mentón, cubriendo los mismos con membrana reabsorbible de colágeno, es un tratamiento altamente predecible, que permitirá la colocación del implante en posición óptima, manteniendo un grosor adecuado de hueso sobre la superficie vestibular del implante, lo que asegurará la estabilidad a largo plazo de los tejidos periimplantarios, la consecución de un perfil de emergencia anatómico y un excelente aspecto estético de las restauraciones implantosoportadas.
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