En la última década, ha venido emergiendo un nuevo tipo de edificio en altura. Se trata de rascacielos inclinados u ondulados que, desafiando toda la lógica edificatoria que supone la conservación de la verticalidad, se convierten en auténticos hitos e iconos arquitectónicos. El reconocimiento de este último aspecto está conduciendo a la emergencia de varias representaciones de este tipo respaldadas por algunos de los estudios de arquitectura más influyentes del panorama internacional.
Pero, ¿vienen estas actuaciones acompañadas de nuevos conceptos o estrategias estructurales o de diseño que respondan a la singularidad que las caracteriza? Se analiza aquí la solución estructural de dos ejemplos para identificar aquellas aportaciones de carácter estructural/arquitectónico que apuntan a servir de base para el desarrollo del tipo. Reconociéndose la utilización del atrio como una de ellas, se lleva a cabo una evaluación basada en modelos de su influencia en el comportamiento estructural de torres inclinadas.
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