Pedro J. Ramírez, que se jactaba de poner y quitar presidentes y ministros, está nervioso. A la tensión que se respira en la redacción de El Mundo, a causa de los malos resultados económicos de Unidad Editorial y de los últimos recortes de plantilla, se ha unido su pérdida de influencia en Moncloa y Génova. Sus contundentes críticas a Rajoy, ya desde la derrota electoral de 2008, y el "caso Bárcenas" están pasando factura a un Pedro J. desplazado por La Razón de Francisco Marhuenda como periodista de cabecera del Gobierno. En las últimas semanas, con un Pedro J. que se siente "boicoteado" por el Ejecutivo, los ataques han ido "in crescendo", coronados por un durísimo editorial contra la última salida de tono del ministro Cristóbal Montoro.
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