Francisco Javier Jiménez Martínez
La limpieza de filtros de campanas extractoras de cocina es un trabajo que actualmente pasa desapercibido por los organismos públicos y en el que no se aplican normativas específicas que regulen a quienes realizan esta actividad.
Esta falta de mecanismos que controlen y exijan unos requisitos mínimos legales está ocasionando el uso generalizado de malas prácticas en un sector cada vez más degradado y que nos atrevemos a calificar como "marginal".
Aparentemente, es una sencilla operación de mantenimiento en una campana de cocina y que se resume en "quitar filtros sucios y poner filtros limpios". Pero realizar dicho trabajo de forma incorrecta conlleva no solo un perjuicio al medioambiente, en lo que se refiere a la gestión y tratamiento de los residuos (RP o RNP) generados en la limpieza del filtro, sino que también puede afectar a la seguridad e higiene del establecimiento donde se realiza el servicio. Esta situación se agrava cuando se realizan prácticas insalubres como pintar los filtros de la cocina, hecho que puede llegar a ser un riesgo para la salud pública.
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