No se sabría decir si Mario Vaquerizo es exactamente un personaje o una persona. Vale, es una persona humana, eso está claro, pero se le ha cuestionado �y hasta dudado de su sexualidad� tanto que han terminado por considerarlo un extraterrestre. Mario vino a la Tierra y aterrizó en algún lugar de Madrid, lejos del pensamiento humano más racional y clasista. Él no quiso comprender (tampoco lo intentó) que ser presuntuoso obliga a darse de bruces con la frustración. Fuma un cigarrillo (ofrece al entrevistador) y bebe cerveza en un rincón tranquilo de la sala Costello de Madrid. Viste de negro, pero no hay que preguntarse el por qué.
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