El bombardeo de estímulos a los que nos enfrentamos necesita ser filtrado. No es posible prestar atención a todo lo que nos rodea. La atención como proceso cognitivo básico, es la capacidad más implicada y de mayor participación en la selección de los estímulos necesarios para sobrevivir y para dar la respuesta oportuna. La atención no siempre opera de manera oportuna. En ocasiones está alterada y trae consigo dificultades en las actividades laborales. En ello radica la importancia de la atención, no sólo en su participación en el procesamiento de la información, sino también en las implicaciones conductuales y emocionales que su alteración conlleva.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados