Durante la campaña electoral salieron a la luz múltiples sospechas de la adjudicación de más de 2.500 magavatios de energía eólica a compañías que nada tenían que ver con el sector energético. Epoca publicó las fotos que demostraban la amistad del dimitido Anxo con el empresario Jacinto Rey, beneficiario de una de esas concesiones eólicas. Ahora la pelota está en el tejado de Núñez Feijóo, pero el Gobierno en funciones de Touriño sigue impidiendo a las compañías implicadas y al PP conocer las entrañas de un proyecto cuestionado por todos.
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