Justificación: Los pacientes afectos de Ictus, necesitan en la mayoría de las ocasiones de cateterización venosa periférica durante su estancia hospitalaria. Los protocolos actuales indican la elección del miembro sano como primera vía de abordaje, aunque no encontramos evidencias científicas que justifiquen dicha práctica.
Objetivos: Hemos considerado medir la tasa de complicaciones en uno y otro miembro en 100 pacientes con Ictus hospitalizados durante más de 72 horas en la sala de Neurología.
Resultados: Una vez analizados los datos, encontramos que no existen diferencias significativas ni en cuanto al número de días ni a las complicaciones existentes al canalizar periféricamente el miembro con afectación motora o el sano en sujetos con Ictus.
Conclusión: Aconsejamos la utilización del brazo afecto para canalizaciones venosas, con el fin de aumentar el confort y la libertad de movimiento del paciente durante el tratamiento intravenoso, y así mismo acelerar su recuperación fisioterápica
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