Dos partidos vencedores en las urnas: PNV y PP. Un gran derrotado: los socialistas. Un "Lehendakari" que gobierna en minoría, pero que se resiste a convocar elecciones autonómicas anticipadas. Un reforzado PP que las exige. Un PSE-EE que se debate entre volver a la colaboración con el partido de Arzallus o acercarse a los "populares2. Un PNV que duda entre el pragmatismo de buscar apoyos socialistas y continuar su diálogo con los "abertzales" de EH-HB para aproximar sus proyectos "soberanistas". Una coalición radical que sufre graves tensiones internas mientras radicaliza su discurso contra sus antiguos aliados en Vitoria y ve fracasar su postura abstencionista. Y ETA, mientras tanto, amenazante con una nueva ofensiva terrorista.
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