Las pinturas rupestres son una de las manifestaciones artísticas más antiguas que han llegado hasta nosotros y demuestran una actividad humana simbólica. Muchos historiadores les atribuyen una necesidad mágica, con las que el hombre prehistórico pretendía favorecer su entorno. Las menos antiguas son consideradas un tipo de comunicación, a través del cual daban a conocer sus actividades: ceremonias, caza, recolección, luchas, etcétera. En esta primera parte del reportaje, el autor se ciñe al rupestre de Altamira.
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