El remedio de las televisiones para que los espectadores se olviden de la crisis es apostar por productos ambientados en épocas pasadas, algunas más felices y otras más difíciles, y así conseguir que el público se abstraiga de sus problemas por un momento. Ya lo dice el refrán, "quien no se consuela es porque no quiere".
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados