Son los dos, Bermejo y Garzón, aficionados a la caza. Mayor, se entiende. Por eso, el magristrado pidió a su paisano, el empresario José Peñas, dueño de la finca "Cabeza Prieta", que invitase al ministro. En plena vorágine de escándalos contra el PP alentados por el Gobierno, ambos personajes, acompañados de la fiscal Dolores Delgado, se dieron un festín cinegético-gastronómico en el citado coto de Torres (Jaén), la localidad natal del juez. Garzón invitó a Bermejo; al parecer, quería celebrar los indudables próximos años de Gobierno socialista. A continuación, les ofrecemos los detalles y nuevas revelaciones de la fiesta y, naturalmente, de sus consecuencias. Los socialistas hablarían directamente de conspiración.
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